viernes, febrero 19, 2010

“LA MEJOR SEMANA DE SARAH PALIN"


Por Bob Moosecon


Y un sueño hecho realidad para todos sus partidarios. Después de un largo fin de semana en el que ha recorrido parte del sur de Estados Unidos, Sarah Palin se ha situado definitivamente en el centro del panorama político al haber reconocido por primera vez desde que dimitiera como gobernadora de Alaska que no descarta la posibilidad de presentarse a las elecciones presidenciales de 2012.

Fue durante una entrevista con Chris Wallace, en el programa Fox News Sunday, emitido el pasado 7 de febrero, al día siguiente de su exitosa aparición en la primera convención nacional del movimiento Tea Party que, al grito de “Run, Sarah, Run!” la aupó como su líder indiscutible.

Pero ese largo fin de semana suyo no se limitó al sábado sino que tuvo su pistoletazo de salida el día anterior en Salina (Kansas) donde pronunció un discurso en un acto organizado por la Cámara de Comercio local; siguió luego en Nashville (Tennessee), en la convención del movimiento Tea Party; continuó en Cypress (Texas), donde apoyó a Rick Perry en su campaña para la reelección como gobernador del estado; y concluyó en Redding (California), donde pronunció otro discurso durante la principal feria del sector maderero del país.

Cuatro estados recorridos en otros tantos días, cuatro discursos pronunciados y en todos ellos una pauta que empieza a ser reconocible: Palin se presenta, expone su historial y rápidamente pasa a tratar los asuntos más relevantes de la actualidad política, criticando la actuación de la administración Obama y ofreciendo su alternativa aunque no directamente, diciendo lo que ella “va a hacer” al estilo de un candidato presidencial porque no es el momento todavía, sino indirectamente, señalando en cambio lo que, en su opinión, “debería hacerse”, todo ello salpimentado con el “toque Palin” que tanto entusiasma a sus partidarios y que tanto aborrecen las elites de todo el país, resumidas en una sola imagen, la de Charlie Gibson entrevistando a Palin durante la pasada campaña electoral y mirándola por encima de sus gafas con gesto displicente.


Y si alguien se pregunta qué pretende Palin con ello, recorriendo Estados Unidos a un ritmo incansable, hablando ante todo tipo de audiencias, ya sea en pequeñas salas de un par de miles de personas o en grandes recintos donde decenas de miles rugen enfervorizadas nada más descubrir su presencia hasta el punto de que ella es la primera sorprendida y no puede evitar el compararlo con un concierto de rock, tal vez la respuesta sea tan simple como que se está entrenando.


Siendo una atleta como es, Palin es muy consciente de que antes de correr un maratón uno tiene que haber corrido muchos maratones en solitario. E indudablemente de eso es de lo que se trata. Sus discursos, que bien pueden considerarse como variaciones de un único y futuro “discurso de campaña”, son pruebas que Palin va refinando día a día, puliéndolos y comprobando su efecto ante públicos tan variopintos como lo serán en su momento una audiencia de personas mayores en Florida, otra de granjeros en Iowa u otra de habitantes urbanos de Pennsylvania.


Sencillez, claridad, unas pocas ideas concretas que, por cierto, son las que está repitiendo constantemente en todas partes, tanto en la Fox como en Facebook, y unas alternativas “de sentido común” que están empezando a calar en un electorado que difícilmente puede identificarla ya con aquella Sarah Palin caricaturizada por Tina Fey en el Saturday Night Live y que tuvo tal éxito que llegó a suplantar a la original.


Ahora, más de un año después, de la Sarah Palin caricaturesca no queda nada y si hay alguien por ahí empeñado todavía en que es una ignorante, una fanática religiosa y que además se cree que puede ver Rusia desde su casa, comete un grave error del que quizás se dé cuenta un día de enero de 2013 mientras presencia la toma de posesión de Palin como presidente de Estados Unidos. ¡Ah, y encima el jueves fue su cumpleaños! ¿Se puede pedir más acaso?


Bob Moosecon (moosecon@semanarioatlantico.com) es autor del blog Conservador en Alaska.


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